Mira, no estés triste amiga, el mar es amplio y lleno de maravillas.
Recuerdo cuando me pasó a mi, a veces perdemos tesoros que nos son muy preciados, pero todo pasa por alguna razón en esta vida.
Yo perdí una estrella de mar, pequeña e indefensa. Y vivo con ese recuerdo. Pero he aprendido, he aprendido a valorar cada aspecto minúsculo de esta vida, así que ahora, lejos de lamentarme por lo que hice, siempre dejo una luz en la noche, por si algún día regresa a mi, mi pequeña estrella olvidada.
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